El pasado 5 de junio, coincidiendo con el mes del Medio Ambiente, cumplió un año el proyecto “Reforestación con especies autóctonas de La Playita” llevado a cabo por alumnos de tercer año de ciclo básico del liceo Jaime Beitler, orientados por la Profesora Miriam Amaral, el Profesor Maicol Arguello y Luis Vescia (Encargado del Bio Parque de Melo). Alquimia se contactó con la Profesora Miriam Amaral para interiorizarse del estado del proyecto, y para analizar posible continuación del mismo. Alquimia: ¿Cómo surge el proyecto? Miriam: “En realidad estábamos analizando con los estudiantes, las acciones distorsionantes del ser humano sobre los ecosistemas, primero a nivel global, llevándolo a nivel nacional y luego contextualizamos en lo local. En cuanto al nivel local surgieron varias inquietudes e interrogantes y se decidió casi en forma unánime investigar sobre las "supuestas" problemáticas en el parque municipal. A partir de ahí se realizó un relevamiento de información y diagnóstico de la situación. Después se pensaron distintas formas de intervención”   Alquimia: Luego de la etapa del año pasado, es claro que se logró que varios actores del ámbito local, departamental, e inclusive interdepartamental tomaran parte del proyecto, donde a fin de año, los estudiantes habían participado de charlas, plantaron y limpiaron la zona de La Playita, que la Alcaldía local les autorizó. ¿Qué se sabe de lo que quedó en La Playita? Miriam: “Algunos de los árboles que plantamos no prosperaron, que era esperable, como en toda plantación. Se logró sacar los Ligustros de la zona, que era uno de los objetivos, por ser una especie invasora, con gran capacidad de dispersión que impide el desarrollo de otras especies, e inclusive destruir un monte nativo. Otro objetivo trazado era la construcción de un invernáculo, y se hizo. Inclusive teníamos especies de árboles que nos había cedido Luis (Vescia), para colocar en el invernáculo, pero no se pudo usar, simplemente por razones de que el liceo está en obras y este fue momentáneamente desarmado, y ahora, con la emergencia sanitaria está en espera de que podamos volver y reubicarlo, y seguramente empezar a usarlo.” “Por otra parte a fines del año pasado, se estuvo por crear un grupo de personas interesadas en la conservación, inclusive los chiquilines tuvieron un encuentro con Andrés Berruti, un profesional de la temática que reside en Tacuarembó, para adquirir mas conocimientos y continuar con este proyecto a largo plazo” Alquimia: Mas allá de los aprendizajes significativos que adquirieron los alumnos, vos siempre manifestaste que también lo fue para ti, cosa que es lógica. ¿Qué te quedó a ti en lo personal de ese proyecto? Miriam: “Quedaron muchas cosas en el tintero. El tiempo fue un factor fundamental para que algunos de los objetivos no se pudieran llevar a cabo. No se pudo recolectar semillas, colocar los códigos QR en las especies plantadas, y la página web que contendría la información de estas, no pudo ser completada. Es decir, la difusión no se pudo concretar en forma suficiente, o como se había planificado. Era un proyecto ambicioso, que seguramente hoy, con el diario del lunes puedo decir que hubiera sido mejor hacerlo en etapas, tal vez con una continuidad anual, donde la primera etapa llegara hasta la reforestación, y este año, por ejemplo, con el invernáculo, la difusión web, y en medios diversos.” “Considero que aprendí, y conocí gente en este camino que aun hoy en día estoy en contacto con la intención de formar una especie de asociación dedicada a la conservación y difusión de conductas orientadas al medio ambiente, que en realidad es un bien común, por lo tanto el proyecto va a continuar”   Fotos: Gentileza de Profesora Mirian Amaral Créditos: Prof. Fabián Regalado