Se trata de un fenómeno que se produce cuando la Luna llena está en su perigeo (su punto más cercano a la Tierra), lo que hace que aparezca más brillante y más grande que una luna llena normal. Eso sucede porque nuestro satélite natural orbita la Tierra con trayectoria elíptica, y por ende, la distancia de separación en el proceso no siempre es la misma.  Cuando dicha distancia es menor, se dice que está en el perigeo, y tiene consecuencias visuales(entre otras). Este 8 de febrero nuestro satélite estuvo a 362.479 kilómetros de la Tierra y tuvo un aspecto 14% más grande y un 30% más brillante de lo habitual (todo debido a la menor cercanía). El fenómeno de repetirá el 9 de marzo del corriente. Créditos: Prof. Fabián Regalado